Viajes solidarios y culturales por Senegal y Gambia

Viajes solidarios y culturales por Senegal y Gambia

El motivo que me llevó a ir Senegal en 2002 fue conocer la realidad de la enseñanza a través de las Escuelas Pías, y compartir el día a día con maestros y  alumnos. A la vuelta sentí que tenía que comunicar lo que había vivido y hacer una campaña de sensibilización para recoger dinero para becas de estudios dirigidas a los niños de Senegal. Me surgió una gran fuerza interior para hablar ante los medios de comunicación. Empecé a escribir artículos en las webs, revistas y periódicos. Descubrí que debíamos aprender de los demás y que la mejor manera de hacerlo era a través la participación en las rutas solidarias organizadas por la ONG Setem. Durante cuatro años consecutivos realicé viajes por Ecuador, Brasil, Perú y Costa Rica. De ahí surgió mi primer libro: Viajar como transformación personal. Una experiencia en Latinoamérica.

Más adelante tuve la oportunidad de conocer la ONG ETHNIC, que organiza viajes de turismo solidario en África. Me propusieron ir a Gambia en 2011, a Senegal en 2012, y regresar a Gambia, Senegal y conocer el País Bassari en 2014. Presento una recopilación de mis experiencias de estos cuatro viajes realizados, junto con testimonios de los viajeros, entrevistas a personas y asociaciones vinculadas con estos países africanos.

Grupo de mujeres de un proyecto cooperativo

Me llevo la maleta llena de vivencias de los cuatro viajes

  Primer viaje a Senegal 2002:

Para mí hay un antes y un después del Senegal. Este viaje ha sido inolvidable, he notado un cambio en mi vida. Me ha despertado el sentido de la observación. Vivir y compartir la estancia con los senegaleses ha enriquecido mi bagaje personal. Los niños que he conocido durante este tiempo, con su mirada transparente, me han transmitido serenidad y me han enternecido con la sonrisa abierta que desprendían. He podido captar que, a pesar de las dificultades, en las caras de los niños se refleja alegría, ganas de vivir y una paz interior sin precio. Viven el momento presente y disfrutan plenamente. Los maestros, a pesar de las dificultades materiales y económicas, realizan su  tarea con gran vitalidad. A partir de este viaje a Senegal me siento invitada a descubrir el valor de las pequeñas cosas de cada día y estoy muy agradecida por ello.

Segundo viaje a Gambia 2011-2012:

En el viaje a Gambia he gozado de vivencias enriquecedoras, hemos visitado proyectos interesantes sobre los animales, hemos visto hipopótamos, una manada de monos que atravesaban el camino y algunos que estaban encima de unos árboles. Hemos tenido una buena armonía en el grupo de viajeros. En especial cuando bailamos con los niños al ritmo de los tambores, navegamos y nos bañamos en el río Gambia. El guía que nos ha acompañado, Ibrahim, es catalán y hace años que vive allí, ha sido un aprendizaje constante porque es como un libro abierto sobre Gambia. He revivido mi viaje a Senegal de hace diez años. Celebramos la fiesta de fin de año en casa de Malang, gambiano casado con Silvia, también catalana, y nos acompañaron unos músicos que tocaban el baláfono, la kora y el djembé. Para mí fue un regalo celebrar el fin de año en África.

Bailé con los niños al ritmo de los tambores

Tercer viaje Senegal 2012-2013

De Thionck Essyl:

Me impresionó la cálida acogida en casa de los padres de Malang, y la bendición del último día antes de marchar. Durante el espectáculo de la lucha tradicional, me llamó la atención que al finalizar se abrazaban los contrincantes. En la boda que presenciamos, me sentí invitada de honor cuando me hicieron pasar delante de toda la gente para verlo mejor. En el baño en el río Casamance, disfruté plenamente de grandes sensaciones con el contacto del barro y el agua.

De la lucha tradicional me llamó la atención el abrazo de los contrincantes al finalizar

Islas Karoninques. Sankoy:

Me conmovió el paseo en barca por el río en medio de los manglares, y tambien cuando  nos saludaban todos los que se cruzaban con nosotros. Recuerdo el intercambio de energía al cogernos de las manos con los compañeros en la playa, mientras el sol se escondía y los pájaros nos acompañaban con sus cantos. Y por la noche, cuando comíamos los berberechos alrededor del fuego mientras la luna nos iluminaba. Dormir sola en la tienda, en una isla solitaria, me hizo sentir cuidada por los guías senegaleses que hacían guardia manteniendo el fuego para que nos calentara durante toda la noche.

Me conmovió el paseo en barca por el río en medio de los manglares y cuando nos saludaban todos los que se cruzaban con nosotros

Festival Abené:

Me sorprendieron las palabras tiernas que me dijo Fodé, un senegalés que conocí, en el paseo nocturno por la playa que me ayudó a subir la autoestima. Realicé una conexión extraordinaria con la tierra, bailando al ritmo de los tambores. Recuerdo la noche de fin de año en la playa, acompañada por el grupo de músicos de percusión, bailando y pisando muy fuerte sobre la arena para desprender todo lo que no quería y atraer hacia mí todo lo que deseaba en el nuevo año.

Del proyecto Fandema:

Sentí una gran alegría al ver el gran milagro, que después de un año del incendio, estuvieran los edificios reconstruidos y que las plantas hubieran renacido. Las mujeres me transmitieron su energía cuando vi como se movían  y bailaban. Me emocionó reencontrarme con Fátima, sobre todo cuando me dio la noticia  de que pondría mi nombre a la hija que tenía que nacer.

Me emocionó reencontrarme con Fátima

Cuarto viaje País Bassari 2014

De Gambia:

Me llevo la alegría de reencontrarme con Fátima por tercera vez y de conocer a la pequeña Conxita; todo ello ha sido un regalo. En Basse he tenido la oportunidad de ver el trabajo que está realizando la ONG Nutrición Sin Fronteras. En Fatoto he quedado impactada por las condiciones tan precarias del hospital, pero me he sentido bien colaborando en ella y aportando material para la escuela. La madre de Dawda me contagió su alegría, cuando le entregué las fotografías de su hijo.

En Basse hemos visto el trabajo que realizan la ONG Nutrición Sin Fronteras

Del País Bassari:

Mi balance incluye haber conocido a Jordi Palou, un catalán enamorado de África. También a Alpha, un hombre luchador que ha sido capaz de organizar varios proyectos para ayudar a su gente, como los campamentos donde nos hemos alojado. También me ha gustado conocer a las mujeres de la cooperativa que luchan por un trabajo más digno y se juntan para unir esfuerzos. Admiro el espíritu de superación de todas estas personas.

De Senegal:

Ha sido un regalo haber conocido al padre de Opo, un hombre sabio, que me ha transmitido paz y serenidad. Y su hijo Sikintibo, cuando apareció como un ángel salvador en unos momentos de dificultades. También ha sido un regalo volver a visitar, después de tantos años, el campamento Las bolongs, la Escuela Pia de Oussouye, y reencontrarme con el padre escolapio Theodore.

En casa del padre de Opo, un hombre sabio, que me ha transmitido paz y serenidad

Valoración global del viaje:

Ahora que he vuelto de mi cuarto viaje a Gambia y Senegal, con todo este bagaje que me llevo de experiencias vividas con su gente, puedo decir, sin duda, que los conozco más a fondo y he quedado profundamente enamorada de estas tierras africanas. Hay que decir, sin embargo, que también ha sido agotador porque hemos hecho muchos kilómetros en el 4×4 por pistas, y hemos pasado muchos controles. Sin embargo, pienso que ha valido la pena la ruta por todo lo que hemos aprendido. Me ha gustado reencontrarme con viejos amigos. Ibrahim ha sido un buen guía y acompañante, gran conocedor de las costumbres del país, y que al hablar varias lenguas nos ha facilitado la comunicación con la gente de la zona. El Yankuba ha sido un buen profesional como chofer: ha conducido con seguridad y ha sido muy amable con nosotros. Cabe decir que el proyecto de ASSET, junto con ETHNIC saldrá adelante con éxito.